"Quien nada desperdicia, nada necesita. Yo no soy un desperdicio. ¿Por qué tengo necesidades?"
El cuento de la criada narra la historia de Defred, mujer de treinta y tantos que, después de haber vivido en libertad, se encuentra inmersa en el represivo ambiente de la República de Gilead, sociedad que basa sus reglas y vestimentas en el puritanismo más férreo del siglo XVII (tomado de Lecturalia.com)
La historia, ambientada en un Estados Unidos futurista, distópico y tecnológicamente ochentero, combina las ideologías extremistas de ciertos feminismos, las paranoias religiosas y las cotidianidades del accionar machista para dar cuenta de un nuevo sistema político y económico en el que ni siquiera el dinero asegura una tranquilidad social.
En la República de Gilead todos cumplen un papel determinado por su pasado y la sociedad se divide en función de los mismos. Existen Las Marthas, Las Econoesposas, Las Nomujeres, Las Criadas, Los Comandantes, entre otros. Y creo que eso es lo llamativo de esta versión distópica de Atwood.
A diferencia de sociedades corruptas como Panem, Chicago o Ílea, en donde los habitantes ya están babituados a dichos modelos y en donde no existen razones aparentes para sus divisiones, en “El cuento de la criada” aún podemos percibir
la adaptación de los personajes y el surgimiento de ese régimen.
Ello da una visión más profunda y realista. Le permite al lector empatizar con las reflexiones de la protagonista. Además, en contraste con aquellas distopías, que acabaron en rebeliones liberadoras, esta historia no da cuenta de líderes que derrocan a gobiernos. Eso, para mí, es un punto a favor porque no cae en el error de minimizar las acciones políticas al protagonismo de un personaje concreto.
En la República de Gilead todos cumplen un papel determinado por su pasado y la sociedad se divide en función de los mismos. Existen Las Marthas, Las Econoesposas, Las Nomujeres, Las Criadas, Los Comandantes, entre otros. Y creo que eso es lo llamativo de esta versión distópica de Atwood.
A diferencia de sociedades corruptas como Panem, Chicago o Ílea, en donde los habitantes ya están babituados a dichos modelos y en donde no existen razones aparentes para sus divisiones, en “El cuento de la criada” aún podemos percibir
la adaptación de los personajes y el surgimiento de ese régimen.
Ello da una visión más profunda y realista. Le permite al lector empatizar con las reflexiones de la protagonista. Además, en contraste con aquellas distopías, que acabaron en rebeliones liberadoras, esta historia no da cuenta de líderes que derrocan a gobiernos. Eso, para mí, es un punto a favor porque no cae en el error de minimizar las acciones políticas al protagonismo de un personaje concreto.
Además:
❥Las reflexiones de la protagonista, que es al mismo tiempo la narradora, son fascinantes y atrapantes. Las analogías y metáforas están muy bien construidas, y el factor poético de la escritura no se siente forzado.
❥Los lugares, aunque relativamente pocos, son precisos. Nada se siente de más. Las descripciones son justas, las simbologías son comprensibles, los guiños a la sociedad actual son cómicos.
❥“Nolite Te Bastardes Carborundorum”
❥Los lugares, aunque relativamente pocos, son precisos. Nada se siente de más. Las descripciones son justas, las simbologías son comprensibles, los guiños a la sociedad actual son cómicos.
❥“Nolite Te Bastardes Carborundorum”
-XOXO
La chica detrás del librero
♡ Una obra de arte ♡
5 llavecitas

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